lunes, 27 de enero de 2014

Mi experiencia con la glasa real.

Digamos que este post podría titularse: Glasa Real, segunda parte.


No es la primera vez que decoro con glasa, pero como la primera vez no quedé muy contenta (no solo con el diseño, mas que nada con el sabor) decidí hacerlo de nuevo. Las galletas recién horneadas son una de mis debilidades, sobre todo estas de mantequilla que uso para decorar, son crujientes y me recuerdan a las galletas danesas de las latas azules que siempre cuando íbamos a coger una nos encontrábamos con hilos y agujas (aaaarrghh que coraje daba eso).

El caso es que siempre que veo galletas decoradas me encantan pero después de haberlas hecho varias veces me pregunto ¿Es mas importante lo bonitas que sean a su sabor?, esto pasa también con muchas tartas de las que vemos en la tele, en las que antes pensaba: "¡Dios que tarta más bonita!" y ahora pienso: "¿Pero eso estará comestible?"


Yo donde se ponga una galleta de toda la vida, o un buen bizcocho con chocolate... que se quite todo, por eso intento hacer mis dulces como los de toda la vida, que aunque la decoración no quede tan espectacular al probarlos quieran repetir...
¿Y porqué os cuento todo esto? Pues porque no encuentro nadie que al probar las galletas decoradas con glasa suelte un "uuuhmmm" (Si las habéis probado, me gustaría saber vuestra opinión). A mí, de primeras el olor de la glasa ya me desagrada, y es una pena cuando le das un bocado a la galleta y ha perdido su textura, ya no es tan crujiente como antes, esta blanduzca (cosa que odio).

Para la semana que viene, buscando nuevas técnicas para decorar galletas, voy a probar otra cosa que tiene muy buena pinta. Claro está que no dejaré de usar la glasa que viene perfectamente para decorar pasteles con pequeños detalles o escribir en las galletas etc...

Después de esta reflexión, os dejo la receta de galletas de mantequilla que suelo usar para que no os vayáis con las manos vacías después del rollo que os he soltado jejeje

Galletas de Mantequilla (12 aproximadamente) 
Ingredientes:
- 125gr. de mantequilla sin sal.
- 125gr. azúcar glass.
- 1 huevo tamaño mediano.
- 1 cucharadita azúcar vainillado (podéis encontrarlo en mercadona).
- 250gr de harina.
- Una pizca de sal.

Batimos la mantequilla con el azúcar glass hasta obtener una masa cremosa. Añadir el huevo y el azúcar vainillado y mezclar.
Tamizar la mitad de la harina y mezclar, a continuación tamizar la otra mitad., añadir la pizca de sal y mezclar.
Hacer una bola con la masa, envolverla con papel film y dejar reposar en la nevera media hora. Pasada esa media hora retiramos el papel film y ponemos la bola sobre papel de horno, colocamos papel de horno también por encima y alisamos con nuestro rodillos hasta conseguir galletas de unos 4mm. Metemos otra media hora en el frigorífico la masa estirada y cubierta arriba y abajo por el papel de horno.

Cortamos nuestras galletas, y horneamos 180ºC arriba y abajo unos 10-15 minutos. Mi horno por ejemplo necesita que las ponga 25 minutos a 150ºC.

¡Un beso a todos!